jueves, abril 14

MNR, UN FRAUDE EN LA HISTORIA

MNR, UN FRAUDE EN LA HISTORIA
Por: Alfredo J. Zaconeta Torrico

Sin pena ni gloria, transcurrió otro 9 de abril. Fecha que hasta hace algunos años atrás era recordada por miles de seguidores de lo que fue el “Nacionalismo Revolucionario”,  idea que con el transcurrir de las décadas, a partir de 1952, fue sepultada por la sinceridad de sus acciones políticas y el desenmascaramiento de sus líderes de turno. Una revolución usurpada por la cúpula de algunos políticos que utilizaron la revolución de mineros, proletarios y campesinos para encaramarse en el poder del país.

Para empezar a hablar de lo que fue el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) y su rol en la historia boliviana comencemos señalando que nace en enero de 1941, igual que Falange Socialista Boliviana (FSB) – su eterno adversario-, después del desastre del Chaco reivindicando el patriotismo y el nacionalismo. 

Numerosos son los relatos de la labor del MNR a partir de dicho año; sin embargo, en esta columna queremos refrescar algunas épocas del movimientismo, que muchos prefieren dejar en el olvido, dejando claro que el MNR y su obra fue una cosa y el 9 de abril de 1952 fue otra.

En 1952, apenas siete años después de terminada la segunda guerra mundial, el MNR capturó el poder político del país, aprovechando que su golpe militar fracasado desencadena una vigorosa insurrección popular triunfante. Sin embargo, muchos historiadores olvidan apuntar que esa victoria fue gracias al sacrificio -con armas y sin ellas-,  del pueblo; al proletario obrero y fabril, al minero, al estudiante, al maestro y a los mismos campesinos, las banderas agitadas al viento el 9 de abril de 1952, eran las banderas auténticas del pueblo, eran banderas rojas revolucionarias de los oprimidos que levantaban la cabeza destronando a la oligarquía, a los viejos terratenientes y al supra estado minero, a la cabeza de los barones del estaño.

Dejemos claro entonces, que el 9 de abril no es una fiesta movimientista; el 9 de abril  es la expresión más elevada de los anhelos populares de una Patria digna, libre de “politiqueros” que a lo largo de estos años utilizaron esta fecha para brillar con destello ajeno.

Por otro lado, el MNR acuño con sus manos un Estado endeudado, desarticulado, desempleado, relocalizado, humillado, capitalizado, además de masacrado y torturado a través de sus operadores políticos a lo largo de estas décadas.  En 1952, durante la primera gestión del MNR a la cabeza de Víctor Paz Estenssoro, el Estado asume acciones que en su inicio se mostraron como patrióticas; sin embargo, éstas fueron distorsionadas por el mismo MNR, nos referimos a la Nacionalización de las minas; medida a medias, por las cuantiosas pérdidas ocasionadas entre 1952 a 1956 a COMIBOL, además de la elevada indemnización que se realizó a las empresas de Patiño, Hochschild y Aramayo.

La Reforma Agraria: medida que por obra de los funcionarios del Servicio Nacional de Reforma Agraria, derivó en el minifundio, exaccionando a los campesinos por todo y por nada.

El "voto universal",  que siendo una medida democrática, fue distorsionado para los interés del MNR, ya que los campesinos engañados, se veían obligados a llenar las ánforas electorales con la única papeleta existente, la rosada, de este modo se lograba miles de votos a favor el MNR, de ahí la famosa frase “voto campesino” .

Hechos como los mencionados párrafos arriba existen de sobra en este período; pero avancemos, y aterricemos en lo que fue la participación del MNR en los gobiernos de facto a partir de Barrientos. Como ya era costumbre, el MNR y Victor Paz faltan a su palabra, plantean su reelección, pero esta vez Paz Estenssoro escoge como acompañante al mejor alumno de los EUA –hasta entonces-, el Gral. René Barrientos Ortuño, dejando así la puerta abierta a 18 años sangrientos, provocado por los regímenes dictatoriales. El Barrientismo no fue precisamente un movimiento anti-MNR; concretado el golpe del 5 de noviembre de 1964  inmediatamente la mayoría de los militantes cambiaron de camiseta, convirtiéndose en furibundos barrientistas. Recordemos que Barrientos, Ovando, Torres y otros militares fueron miembros activos de la célula movimientista del Ejército, organizada por Paz Estensoro para controlar el "nuevo Ejército” llamado de la Revolución Nacional.

Un 21 de agosto de 1971 sale a relucir la faceta fascista del MNR, el Movimiento sin escrúpulo alguno participa activamente y con toda sus masas en el cruento golpe de Hugo Banzer Suarez; para admiración de muchos a lado de la Falange Socialista Boliviana, su eterno enemigo, a quien había combatido hasta entonces, ideológica, política e incluso físicamente contra sus militantes. El saldo de esta aventura cínica, antipatria y sangrienta todos lo conocemos.

Tras los siete años de la dictadura banzerista,  falsamente se intenta retornar a la vida democrática y  se produce el golpe militar de "Todos los Santos" protagonizado por el Coronel Alberto Natush Busch. El MNR apoyó el golpe, no obstante de haber propiciado y apoyado la sucesión presidencial que llevó a la silla presidencial a su ex militante Walter Guevara Arce. Es evidente que Paz Estenssoro estimuló el golpe contra Guevara pero teniendo el cuidado de quedar en las sombras, por si las cosas no salían bien.

Ya para ese tiempo, la estructura del MNR quedo fracturada, disgregada en fracciones a la cabeza de líderes acusados y acusadores de los múltiples hechos de corrupción registrados en contubernio con los militares, encaramados en el poder por medio de cruentos golpes de Estado.

Es 1982, el año señalado en la historia de nuestro país como la apertura democrática, tras la aventura de la bota militar, el MNR busca como apoderarse del poder, esta vez terciando en las elecciones, dividido en dos facciones (MNR y MNR-I). Luego de un acto electoral viciado de nulidades, logra que una UDP, semi-movimientista y pre-mirista se haga del poder para propiciar uno de los mayores descalabros económicos del país, terminado este “experimento” acorta su mandato a tres años y llama a nuevas elecciones para 1985.

Hecha la cama por la UDP, el MNR con una democracia pactada se hace del gobierno en 1985. En esta gestión de gobierno Paz Estensoro implanta el modelo neoliberal con el DS 21060, que constituye la apertura al libre mercado en Bolivia. Como consecuencia de esta Nueva Política Económica, se legaliza una verdadera flexibilización laboral que arrasa con todos los derechos de los trabajadores, sus beneficios sociales, sus conquistas sociales e incluso sus sedes sindicales, en síntesis, “relocaliza” a los mineros y a sus consignas, que en ese entonces podía considerarse como la piedra en el zapato, perjudicando las claras intenciones entreguistas de Victor Paz.

La cereza sobre la torta: años más tarde asume la dirección del MNR, el “próspero” empresario minero, Gonzalo Sánchez de Lozada, en palabras de Jorge Echazú: “Si el MNR fue y es nefasto para el país, la dirigencia y los gobiernos del "gonismo" han superado a todos los gobiernos reaccionarios de todas las épocas republicanas”. Sánchez de Lozada vino con su “Plan de Todos”, y con él la capitalización propiciada por el MNR desde el inicio de su gobierno, promulgada con osadía como ley de la República en marzo de 1994; ésta constituye el elemento central de la política neoliberal que se inició en agosto de 1985 con el DS 21060.
Ya el 2002, usando la vieja receta de la democracia pactada, el MNR llega nuevamente al poder, bajo la dupla Goni - Carlos Mesa Gisbert, quienes con la misma soberbia y arrogancia de siempre, pretenden completar su misión entreguista pro-imperialista, cediendo en propiedad la producción de los hidrocarburos y la venta del gas a Estados Unidos, Chile y México, a espaldas del pueblo, del Parlamento y la opinión pública, miserable tarea que se encuentran con un pueblo emputado, que dice ¡¡basta!! a la política entreguista del MNR.
Seguros que los movimientistas en su calendario de efemérides deberán resaltar el 17 de octubre de 2003, cuando Sánchez de Lozada y sus complices son expulsados finalmente de la presidencia de la República, por un pueblo harto de las falacias rosadas, tras largas jornadas de movilización popular nunca antes vista.
Este resumen histórico lo trasladamos a la nueva cúpula del MNR, quienes reunidos hace unos días posesionaron a Erik Morón como su nuevo líder. Morón que al parecer desconoce el trayecto histórico de su partido, asume una pose de Mesías y lanza la frase que 26 años atrás, la dijera Víctor Paz: “Bolivia se nos muere”, argumento para cautivar a muchos ingenuos, e implantar el neoliberalismo en el país, olvidándose que la catástrofe económica que vivió Bolivia fue efecto de sus acciones desde la primera asunción del gobierno. El nuevo líder del movimientismo, debe partir entendiendo que el 9 de abril de 1952 no es lo mismo que el MNR y su fraude en la historia.

Es periodista

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