viernes, mayo 25

LA CLASE OBRERA

LA CLASE OBRERA
Por: Alfredo J. Zaconeta Torrico
Concluida la asonada de movilizaciones, valdría la pena hacer puntuaciones y calificar el rol de la dirigencia sindical de los trabajadores de Bolivia.

Iniciando este análisis recordemos que, Carlos Marx define la clase obrera o proletariado como: “individuos que venden su fuerza de trabajo a cambio de un salario, entendiendo que el salario no es el precio del trabajo, sino de la fuerza del trabajo,  y que no son propietarios de los medios de producción”, entonces gracias a este concepto podemos identificar a quienes  debemos considerar como trabajadores proletarios en estas movilizaciones.

Hoy en día nuestra clase obrera, aglutinada en la Central Obrera Boliviana (COB), en un afán de querer recobrar la vigencia que gozaba décadas atrás, vino a constituirse en el puntal de lanza de las últimas movilizaciones, en pos de ser atendidos en sus demandas, mismas que tienen como pilar el incremento salarial.

La historia de la COB nos muestra que desde su creación ha tenido muy en cuenta para su accionar, el contexto político en que se desenvolvía el país, a partir de este análisis planteó sus objetivos propios. Es así que a partir de su nacimiento, fue la impulsora de las transformaciones estructurales que dieron fin al régimen minero-feudal. Otro hito que también es acreditable a la COB junto al pueblo, es la reconquista de la democracia, aunque esta no se coronó, debido que no se pudo llegar al régimen socialista, como se esperaba y se planteó es sus inicios.

El actual gobierno asegura que el modelo que viene aplicando, apunta a la consolidación de un Estado Socialista Plurinacional, y los principios marxistas señalan que: “…bajo el socialismo la lucha de clases tiene que ser continuada, para consolidar la dictadura del proletariado”. Se señala que los trabajadores deben estar preparados ideológica y prácticamente para luchar contra las fuerzas antisocialistas desarrolladas por los enemigos de clase y animados por la intervención y la subvención organizada por el imperialismo; sin embargo este hecho como esencia al parecer aun no es digerido a cabalidad por la dirigencia.

En este contexto de movilizaciones y demandas, es evidente que existió, existe y existirá una clara irrupción política e ideológica, de políticos y grupos conservadores, que salen a la opinión pública con un solo discurso, centrado contra la actual gestión de gobierno, al igual que los dirigentes sindicales, que adolecen de una crisis ideológica.

Los dirigentes no se dan cuenta que cayeron en la estrategia definida por los opositores políticos del gobierno, y es que las demandas de la COB en estas movilizaciones se confundieron, apareciendo así como opositores políticos, junto a los médicos que por esencia pertenecen a la clase media acomodada y nunca pertenecieron al movimiento popular. En síntesis, la dirigencia obrera dejo que las exigencias de los médicos, se convierta en una reivindicación de la COB

La tesis socialista de la COB nos señala que: “la COB asume el papel de dirigente de la revolución, como genuinos representantes de los intereses nacionales” y es que en estas últimas movilizaciones, es algo que no se vio ni escucho, ya que las movilizaciones se redujeron a un carácter meramente “salarialista”. Acá es bueno diferenciar y aclarar que los mineros de Huanuni dejaron clara su posición y cuestionaron el pliego de la COB, asegurando que este carecía de fondo, puesto que este pliego no decía nada sobre la  reactivación del aparato productivo nacional, hecho que no es considerado por  los fabriles quienes prefieren que sus demandas circunden en incremento salarial y apertura de mercados con preferencias arancelarias, rol que corresponde a la parte patronal.

Tal vez la cuestionante de la que debamos partir es: ¿La COB quiere llegar a un modelo de Estado socialista?, creo que por lo descrito conocemos la respuesta.

En este contexto los dirigentes no son los únicos desorientados, ya que a estos debemos sumar a los trabajadores en salud y los universitarios quienes se comprometen en defensa de los médicos, algo incomprensible ya que si estos profesionales logran su objetivo, no compartirán absolutamente nada con quienes los están apoyando.

Urge una relectura de la realidad ya que algunos perdieron la orientación, hecho que es aprovechado por otro sector que saben cuáles son sus intereses y cómo lograrlos.

Alfredo J. Zaconeta Torrico
Es Periodista