LA CLASE OBRERA
Por: Alfredo J. Zaconeta Torrico
Concluida la asonada de movilizaciones, valdría la pena hacer puntuaciones y calificar el rol de la dirigencia sindical de los trabajadores de Bolivia.
Por: Alfredo J. Zaconeta Torrico
Concluida la asonada de movilizaciones, valdría la pena hacer puntuaciones y calificar el rol de la dirigencia sindical de los trabajadores de Bolivia.
Iniciando este análisis
recordemos que, Carlos Marx define la clase obrera o proletariado como: “individuos
que venden su fuerza de trabajo a cambio de un salario, entendiendo que el
salario no es el precio del trabajo, sino de la fuerza del trabajo, y que no son propietarios de los medios de
producción”, entonces gracias a este concepto podemos identificar a quienes debemos considerar como trabajadores proletarios
en estas movilizaciones.
Hoy en día nuestra clase obrera, aglutinada en la
Central Obrera Boliviana (COB), en un afán de querer recobrar la vigencia que
gozaba décadas atrás, vino a constituirse en el puntal de lanza de las últimas movilizaciones,
en pos de ser atendidos en sus demandas, mismas que tienen como pilar el
incremento salarial.
La historia de la COB nos muestra que desde su
creación ha tenido muy en cuenta para su accionar, el contexto político en que
se desenvolvía el país, a partir de este análisis planteó sus objetivos
propios. Es así que a partir de su nacimiento, fue la impulsora de las
transformaciones estructurales que dieron fin al régimen minero-feudal. Otro
hito que también es acreditable a la COB junto al pueblo, es la reconquista de
la democracia, aunque esta no se coronó, debido que no se pudo llegar al
régimen socialista, como se esperaba y se planteó es sus inicios.
El actual gobierno asegura que el modelo que viene
aplicando, apunta a la consolidación de un Estado Socialista Plurinacional, y
los principios marxistas señalan que: “…bajo el socialismo la lucha de clases tiene
que ser continuada, para consolidar la dictadura del proletariado”. Se
señala que los trabajadores deben estar preparados ideológica y prácticamente
para luchar contra las fuerzas antisocialistas desarrolladas por los enemigos
de clase y animados por la intervención y la subvención organizada por el
imperialismo; sin embargo este hecho como esencia al parecer aun no es digerido
a cabalidad por la dirigencia.
En este contexto de movilizaciones y demandas, es
evidente que existió, existe y existirá una clara irrupción política e
ideológica, de políticos y grupos conservadores, que salen a la opinión pública
con un solo discurso, centrado contra la actual gestión de gobierno, al igual
que los dirigentes sindicales, que adolecen de una crisis ideológica.
Los dirigentes no se dan cuenta que cayeron en la
estrategia definida por los opositores políticos del gobierno, y es que las
demandas de la COB en estas movilizaciones se confundieron, apareciendo así como
opositores políticos, junto a los médicos que por esencia pertenecen a la clase
media acomodada y nunca pertenecieron al movimiento popular. En síntesis, la
dirigencia obrera dejo que las exigencias de los médicos, se convierta en una
reivindicación de la COB
La tesis socialista de la COB nos señala que: “la
COB asume el papel de dirigente de la revolución, como genuinos representantes
de los intereses nacionales” y es que en estas últimas movilizaciones, es
algo que no se vio ni escucho, ya que las movilizaciones se redujeron a un
carácter meramente “salarialista”. Acá es bueno diferenciar y aclarar que los mineros
de Huanuni dejaron clara su posición y cuestionaron el pliego de la COB,
asegurando que este carecía de fondo, puesto que este pliego no decía nada
sobre la reactivación del aparato
productivo nacional, hecho que no es considerado por los fabriles quienes prefieren que sus
demandas circunden en incremento salarial y apertura de mercados con
preferencias arancelarias, rol que corresponde a la parte patronal.
Tal vez la cuestionante de la que debamos partir es:
¿La COB quiere llegar a un modelo de Estado socialista?, creo que por lo
descrito conocemos la respuesta.
En este contexto los dirigentes no son los únicos
desorientados, ya que a estos debemos sumar a los trabajadores en salud y los
universitarios quienes se comprometen en defensa de los médicos, algo
incomprensible ya que si estos profesionales logran su objetivo, no compartirán
absolutamente nada con quienes los están apoyando.
Urge una relectura de la realidad ya que algunos perdieron
la orientación, hecho que es aprovechado por otro sector que saben cuáles son
sus intereses y cómo lograrlos.
Alfredo J. Zaconeta Torrico
Es Periodista
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