SIP: ¿Libertad de Empresa?
Por: Alfredo J. Zaconeta Torrico
Anoticiados sobre las disposiciones del Gobierno boliviano, quienes en su afán de buscar erradicar las formas de racismo y discriminación; en una típica acción paternalista, la Sociedad Interamericana de Prensa o Inter American Press Asosiation (SIPIAPA) con sede en Miami EE.UU. , a través de una delegación hizo conocer su posición, misma que se suma a la posición asumida por un grupo de medios y algunos periodistas, asegurando que con la aprobación de esta Ley en cuestión, la “Libertad de prensa” en Bolivia se veía amenazada.
Pero, veamos que es la SIP. Creada a mediados del siglo pasado a la sombra de la CIA, que vio en ella un sutil instrumento de dominación neocolonial. Sus más de mil afiliados responden a oligarquías que actúan fuertemente aliadas.
Entre los fundadores que sentaron las bases de este organismo se encontraban los agentes de la CIA, Jules Dubois y Joshua Powers, además del funcionario del Departamento de Estado, Tom Wallace, según lo relata Fortunato Esquivel (http://alainet.org/active/41759)
Cuando revisamos el portal de la SIP (http://www.sipiapa.org/v4/), encontramos que se definen como: una organización sin fines de lucro dedicada a defender la libertad de expresión y de prensa en todas las Américas.
Sus principales objetivos son:
- Defender la libertad de prensa donde quiera que se impugne en las Américas
- Proteger los intereses de la prensa en las Américas
- Defender la dignidad, los derechos y las responsabilidades del periodismo
- Alentar normas elevadas de profesionalismo y conducta empresarial
- Promover el intercambio de ideas e información que contribuye al desarrollo técnico y profesional de la prensa
- Alentar un conocimiento amplio y un mayor intercambio de información entre los pueblos de las Américas en apoyo a los principios básicos de una sociedad libre y de la libertad individual.
Informados de estos objetivos, nos quedamos con el último, aquél que señala “Alentar un conocimiento amplio y un mayor intercambio de información entre los pueblos de las Américas en apoyo a los principios básicos de una sociedad libre y de la libertad individual.”.
Apreciando estas líneas, queremos referirnos a los orígenes de la SIP sus acciones desempeñadas en las décadas de los 70 y 80, cuando en Latinoamérica se buscaba lograr una independencia en la comunicación mediática.
Esta organización tiene en su carrera, el apoyo a campañas en contra de gobiernos legítimos, provocando en varios casos incluso la caída de estos. Quizás el caso más emblemático de acción desestabilizadora de la SIP, haya sido el de su campaña de propaganda sucia contra el gobierno de Salvador Allende en Chile, derrocado en 1973 por la combinación de fuerzas reaccionarias chilenas y la CIA, a partir de la implementación de una fuerte guerra psicológica.
Lo hizo también contra organizaciones como la Unesco, cuando promocionaba el derecho de los Estados a tener políticas comunicacionales que pretendían establecer un Nuevo Orden de la Información y la Comunicación (NOMIC), para democratizar las comunicaciones sobre la base de políticas nacionales.
Este informe presentado ante la Unesco en 1980 y publicado en varios idiomas en 1986, sugirió un cambio en las estructuras de los medios de comunicación, democratizándolos. Este informe más conocido como el Informe McBride, (por el nombre de quien lideró la investigación, Sean McBride), tuvo amplias repercusiones, por su carácter analítico sobre la orientación de la información en los medios masivos, el acceso al espacio en ellos y la propiedad de los mismos. Este informe demostró hasta el cansancio las asimetrías de poder existentes en la comunicación y difusión de mensajes, y en la definición de sus contenidos.
El informe se aprobó, pero quedaba un largo camino para llegar al establecimiento de un acuerdo sobre el NOMIC. Los EEUU lanzaron entonces la acusación de que quienes lo impulsaban pretendían implantar un sistema de censura gubernamental sobre los medios y acabar con la libertad de prensa. En respuesta a esta posición retiró sus aportes, dejándola casi sin recursos. Claro, esto porque los líderes de la SIP preferían y prefieren que el sistema informativo sea un instrumento de dominación.
Finalmente, a causa de ésta posición, en 1984 el Reino Unido se retiró de la Unesco y al año siguiente lo hicieron los Estados Unidos y Singapur. Abandonada por sus principales contribuyentes, una crisis política y económica disminuyó fuertemente las posibilidades del ente. De todos modos, por dos años más la Unesco reivindicó al NOMIC hasta que la idea desapareció del escenario definitivamente en 1989 con la adopción de la llamada nueva estrategia de comunicación, adaptada a la finalización de la Guerra Fría.
Por todo lo mencionado debemos dejar claro que la SIP no es un organismo representante de la defensa de la libertad de expresión; es una patronal de medios. La SIP se empeña en hablar como representante de los periodistas; sin embargo, hemos visto que se trata de una organización empresarial, que sólo representa a los dueños de los medios–cumpliendo así su segundo objetivo - , por lo tanto, no puede hablar en nombre del gremio periodístico, como lo han denunciado varios periodistas del continente.
No sería justo dejar esa conclusión sin algunas otras interrogantes: ¿Cómo podemos interpretar que la SIP se haya mantenido al margen de lo que ocurrió en Honduras?, recientemente sometida a un golpe de Estado con severas restricciones a los medios de comunicación, con ocupaciones militares y persecuciones. O lo más reciente, lo ocurrido en Ecuador con el intento de Golpe y el rol de algunos medios que se sumaron a ésta intención. -entonces la SIP no cumple con su primer objetivo-.
Otro ejemplo, es el silencio para Colombia, cuando el gobierno de Álvaro Uribe fue interpelado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, para responder algunos cuestionamientos en torno a la libertad de expresión que se vive en ese país.
La historia de las décadas pasadas nos ha demostrado que el dinero de la CIA mana para organizar movilizaciones, “supuestas”huelgas de hambre y como en el caso boliviano con algunos periodistas y dueños de medios que se encuentran en el afán de recolectar firmas ¿de dónde sale el presupuesto?
Al viejo estilo y como la CIA ordena y la SIP cumple, ahora las primeras planas de los periódicos adoptan carácter sensacionalista con titulares extravagantes, relegando a segundo plano otras noticias. Junto a la campaña por la “Libertad de Expresión” se publican sólo noticias sobre atracos, violencia, narcotráfico, escases de productos de primera necesidad, incremento de precios, en un claro intento por hacer creer que Bolivia es un país inseguro e inviable.
En los medios influidos por la SIP-CIA, de ahora en adelante, los principales titulares tendrán siempre un corte negativo, pues de lo que se trata es de culpar al gobierno del MAS de los males que aparentemente ocurren con frecuencia en el país, como lo sucedido en 1973 en Chile.
Es Periodista