EL ORO QUE NO BRILLA
Por: Alfredo J. Zaconeta Torrico
Como consecuencia del alza de precios en el mercado
internacional, en los últimos años la explotación, comercialización, exportación y tributación de
oro, ha sufrido muchas transformaciones que deja más interrogantes que
satisfacciones.
Los
recientes datos publicados por el Ministerio de Minería y Metalurgia (Anuario
Estadístico Minero Metalúrgico – 2014) corroboran este incierto panorama del
oro en nuestro país, el siguiente cuadro resumen lo aseverado:
PRODUCCIÓN (kilos finos)
|
VALOR EN $US
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24.803
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1.013.107.941
|
EXPORTACIÓN (kilos finos)
|
VALOR EN $US
|
32.563
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1.332.228.835
|
Queda expuesta la considerable diferencia existente
entre lo producido como país (24.803 K.F.) y lo que exportamos (32.563 K.F.) al
mercado internacional, ésta asciende a 7.760 Kilos Finos cifra que agranda más la
nebulosa existente, sumada a las múltiples versiones al respecto. En descargo,
el Ministerio de Minería y Metalurgia señala que la información presentada,
referida al oro, se encuentra en “proceso de investigación y validación”.
Sin embargo,recordemosque semanas atrás losmatutinos
peruanos señalaban: “...cerca de 100 kilos de oro de procedencia ilegal, serían
llevados semanalmente fuera de territorio peruano, a través de frontera
boliviana”, noticia que provoca mayores incógnitas al respecto cuando
apreciamos nuestras cifras de exportación.
En el reciente estudio “La Economía del Oro”
elaborado por el Cedla, el investigador Pablo Poveda resaltó que la producción
de oro en nuestro país, tuvo un abrupto salto en la producción desde la gestión
2012.El estudio acota que la ley 4049, de 7 de julio de 2009, dispone una
reducción de regalías de oro para yacimientos sulfurosos de difícil explotación
a un máximo de 5% y de yacimientos marginales operados de manera artesanal, a
un máximo de 2,5%. A través de un estudio estadístico, se puede evidenciar este
incremento en la producción de oro y su
valor de registro de amalgamas y desperdicios; sin embargo, no sucede lo mismo
con las regalías,éstas apenas llegaron al 0,53% en 2012 y al 1,69% en 2013. Si
se hubiese aplicado la regalía máxima del 7% tal como lo establecía la ley 1777
(Ex ley minera), las regalías para ambos años hubieran alcanzado a 160 millones
de dólares, 7 veces más que los 21 millones de dólares que se recaudó en 2012 y
en 2013.
Esto demuestra que la presión impositiva se ha
reducido considerablemente para el sector minero cooperativo aurífero, en un
escenario en que los precios del oro han crecido hasta 4,6 veces en 2013, desde
el inicio de la tendencia al alza en 2003.
El Cedla maneja dos hipótesis para explicar este
súbito aumento de la producción de oro en forma de amalgamas y desperdicios,
por un lado, se arguye que por la mala calidad de los yacimientos, sería
imposible llegar a estos volúmenes de producción interna de oro; lo que sugiere
que, debido a la baja imposición tributaria se habría importado oro de
contrabando de los países vecinos para luego reexportarlo. La segunda hipótesis
sostiene que antes ya se exportaba oro de contrabando y que la baja en la
alícuota sería un mecanismo de formalización de esa producción; sin embargo en
ambos casos se demuestra la fragilidad en la capacidad de fiscalizar la
producción de oro para lograr el pago de regalías por parte de las autoridades
del Estado.
En un segundo estudio “La Economía del Oro”,
también del Cedla, Héctor Córdova crea dos escenarios hipotéticos para explicar
este fenómeno. El primero asegura que: “El consumo interno de oro ha demostrado
estar -según las estadísticas del Banco
Central de Bolivia-, alrededor de las tres toneladas anuales; vale decir
que exportaríamos entre 20 y 30 toneladas. Inti Raymi, la mayor empresa
aurífera que operó en el país, en el mejor de sus momentos, declaró una
producción anual de 10 toneladas, a partir de un yacimiento difícilmente
considerado como marginal”, entonces, ¿podrá creerse que producciones de 20 o 30
toneladas anuales provengan de yacimientos marginales?
Como conclusión de este primer escenario, el
investigador señala que se estaría hablando de una elusión por el orden de 250
millones de dólares y una evasión de 100 millones de dólares, lo que haría 350 millones
de dólares menos para la gestión de municipios y gobernaciones.
El segundo escenario, Córdova indica que si este
oro (20 a 35 toneladas) provendría del Perú, regalitariamente Bolivia debería
estar agradecida a Perú, porque esta producción sería registrada como
boliviana, pagando regalías por este concepto; sin embargo, en el mismo estudio
apunta que la caída en la producción aurífera del Perú por subsectores, evidenciada en la
estadísticas del país vecino, señala que esta caída no corresponde a los
informales y pequeños productores, sino a las tres empresas más grandes que explotan oro en ese país, volumen que
alcanzaría a 20 toneladas de oro.
En la actualidad, en el departamento de La Paz el
sector cooperativo se ha consolidado como el mayor -por no decir el único-productor de oro; considerando que, en los
municipios de Guanay, Mapiri y Tipuani, hasta el 2013, se ha contabilizado 263
peticionarios, de los cuales un grupo minoritario de 26, controla hasta el
39% de las concesiones con 43.091
hectáreas. En la zona predominan los peticionarios bajola denominación de
cooperativa, que son 24 de las 26 que tienen más de 1000 hectáreas.
Las regalías mineras recaudadas por concepto de oro
en la gestión 2014 alcanzaron la suma de $us 36.822.740 MM, siendo La Paz la
mayor beneficiada con $us 24.456.975 MM, seguida de Beni con $us 4.886.659 MM,
posterior Santa Cruz con 4.270.062 MM y finalmente Oruro con $us 2.083.536 MM;
sin embargo la incertidumbre quita brillo a nuestra producción y tributación
real de nuestro oro.
Por lo pronto el gobierno ha anunciado el inicio de
operativos para atacar a la minería ilegal que operaría en las zonas del rio
Madre de Dios, Suches y otros, como también el gobierno peruano anuncio el
inicio de una interdicción a los mineros que operarían ilegalmente en zonas aledañas
al territorio boliviano. Bienvenidas sean estas acciones, mientras más pronto y
efectivas se realicen; de seguir con esta incertidumbre en la producción del oro, se corre el riesgo de caer
en falsas expectativas sobre nuestra realidad económica nacional y su
incidencia en las economías regionales, además de poner en entre dicho la
capacidad fiscalizadora y de control que se tiene como país a través de
nuestras instituciones creadas para tal efecto.
Alfredo J. Zaconeta Torrico
Publicado en: www.erbol.com.bo
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